jueves, 16 de diciembre de 2010

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Cinexín - Scott Pilgrim vs Los espectadores

Ya me la han vuelto a hacer. Me pillo una peli con toda la ilusión del mundo y al final me quedo con la cara de imbécil y un inmenso signo de interrogación sobre mi cabeza: ¿Tanto bombo para esto? Ya al ver el trailer de Scott Pilgrim vs El Mundo en el cine pensé que me encontraba ante un producto para doceañeros mentales y que debería pasar de verla pero era tanta la insistencia de ciertos medios y la valoración de páginas especializadas que suelo frecuentar (como filmaffinity o IMDB) que terminaron por arrastrarme.

¿Por qué los gafapastas nos hacen esto? ¿Y por qué seguimos cayendo? Ya saben a qué me refiero. Cada X años a diversos medios del mundillo gindiepollas les da por inflar una peli y vendérnosla como el nuevo símbolo de una generación, heredero de clásicos como "El Club de los Cinco". Ya pasó con "Golden State" de Zach Braf (una peli entretenida sin más) o con el peñazo de "Juno" (donde, por cierto, aparecía el tal Michael Cera aka Scott Pilgrim). Nosotros, ingenuos, caemos como moscas. Moscas idiotas.

¿De qué va la historia esta? Scott Pilgrim es, o pretende ser, una peli homenaje a dos artes que en gran medida se usan para definir aquello que es friki: los videojuegos y los comics. Aquí nos encontramos con uno de sus problemas. Cuando Michael Ende homenajeó al mundo de la literatura con su Historia Interminable ¿qué hizo? escribir un libro. Cuando Tim Burton y Johny Depp homenajearon al cine con "Ed Wood" ¿qué hicieron? una peli. Puede que la susodicha Scott Pilgrim trate de ser comic (de hecho, está basado en uno -no muy bueno, por cierto- y parte de las escenas son calcos del mismo). Puede que también trate ser un videojuego (barras de energía por aquí, sonidos de recreativas de los 80 por allá). Por desgracia, estamos hablando de una peli, por lo que el lenguaje y tempo que se manejan son distintos.

No obstante, no reside ahí su principal handicap. Su verdadero inconveniente, el motivo por el que escribo esta agresiva crítica desaconsejando poner demasiadas ilusiones, es que, a pesar de todo el frikismo que pueda intentar mostrar, Scott Pilgrim es mediocre, aburrida en grande ratos, bastante estúpida en líneas generales y, lo que es peor, trata de darle a las cosas un sentido profundo que no es necesario. ¡Con lo fácil que hubiese sido tomarse todo como una gran broma! Si la trama va de un tío que se tiene que enfrentar a los 7 malvados ex de su novia, ¡no te puedes poner trascendental! Limítate a disfrutarlo, haz una peli chorra pero divertida, como cualquier videjuego de nuestra infancia. ¿Acaso el Sonic o el Mario Bros tienen argumentos enrevesados y tramas profundas? No joder, pero nos encantaban y nos entretuvieron durante meses.

En cuanto al guión poco hay que rascar. ¿Las conversaciones pretendían ser ingeniosas? Clichés y lugares comunes, esta gente copia a Kevin Smith y lo hace mal ¿De verdad era necesario todo ese triángulo amoroso y esos momentos oníricos que no hacen más que romper el ritmo de la historia? ¿Y desde cuando los comics o los videojuegos tienen moralina? Después de presenciar a un tio dándose de hostias en plan Tekken contra unos chalados lo último que me apetece es el típico "Lecciones aprendidas" (¡qué buenos y maduros somos todos!) propio de series como "Los problemas crecen" o "Cosas de casa". Que sí, que tiene algún momento coñón, ahora mismo no recuerdo ninguno pero creo que alguna vez sonreí durante las 2 horas (que me parecieron 7) que duró todo esto.

Mary Elizabeth Winstead es la que me hizo aguantar hasta el final

A la película le doy un aprobado raspado por que al menos lo intentaron y todo lo que sea "normalizar" el frikismo puede ser positivo a la hora de "salir del armario" (hermanos frikis, hemos pasado de ser marginales a molar). Ah, y por Ramona Flowers, la nena, que está muy buena y además cambia su pelo por colores rosas, azules o verdes, cumpliendo así un sueño erótico-festivo de todo un fan del manga como yo.

lunes, 6 de diciembre de 2010

Los putos amos: Peter Steele


Hoy me toca hablar de un genio como muchos incomprendido: Peter Steele. Nació como Petrus T. Ratajczyk en 1962, en el barrio neoyorkino de Brooklyn. ¿Por qué este hombre era un genio? Porque sólo a alguien como él se le ocurriría fotografiarse el ano y usarlo como portada de un disco; o grabar a sus vecinos chillando y usarlo como sonido ambiente para luego venderlo como un disco en directo. Incluso se dejó fotografiar para la revista Playgirl y lo hizo empinado, porque ya que iba a salir en bolas quería hacerlo bien ("el miembro es mio, no está retocado" decía). Luego se llevó una profunda decepción al descrubir que los lectores habituales de la revista eran gays y no amas de casa aburridas ("yo lo hice para ellas") pero eso ya es otra historia. Anécdotas aparte, Peter Steele fue un genio irrepetible por liderar una de las bandas más grandes de todos los tiempos: Type O Negative.

sábado, 4 de diciembre de 2010

Hasta los cojones de las cortinas de humo

Cuando era pequeño me encantaba ese artefacto, cuando el James Bond o el que fuera pulsaban un botón en su super coche y se liaba un cristo detrás de él que impedía ver nada al perseguidor. Empezaba a salir humo de tal forma que parecía que lo que salía del Golf al final de sus días era sólo un indio fumando en pipa.


¿Cómo funciona una cortina de humo?

Este artificio se aplica a prácticamente todas las facetas de la vida, te sacas de la manga algo que mueve la atención a otro lugar y el que te sigue deja de fijarse en ti y te libras.

Se usan cortinas de humo por motivos variopintos. Por ejemplo, la has cagado bien y le echas la mierda a otro o bien buscas alguna excusa o algo que pueda enterrar tu cagada.