Han pasado ya unas cuentas semanas desde mi última calada, desde el día que me dije a mí mismo "esto no te aporta nada bueno, tienes que dejarlo antes de que acabe por destruirte". No, no estoy hablando del tabaco (tema tan de moda estos días), sino de la serie de manga Bleach, una puta mierda venenosa que por alguna extraña razón engancha a la gente.
No sé si alguna vez fui adicto a esta serie. Quizás hace mucho tiempo, en sus comienzos, pero es que se lo merecía. Bleach empezó como un manga aventuresco muy prometedor que mezclaba elementos tan diversos como los espíritus y shinigamis (dioses de la muerte), las peleas de espadas, un poco de enredos de instituto y bastante suspense con pinceladas de terror (sí, en los primeros capítulos había momentos que parecían sacados de una peli de miedo). Efectivamente, Bleach no era un shonen al uso.
Por desgracia, el talento y las ideas son efímeras. El colega que me recomendó la serie en su idea ya me lo advirtió: "Empieza muy bien pero pasados unos capítulos solo verás hostias, hostias y más hostias". Tenía razón, a pesar de ello merecía la pena y me explico. Es cierto que con la por todos conocida
Saga de la Sociedad de Almas se pierde parte de la chispa original de la que hablaba. Además la susodicha no aporta nada nuevo al mundo del manga, todo recuerda en exceso a la
Saga del Santuario (Caballeros del Zodiaco) y si no me creeis leed estos puntos:
- Ichigo (el prota) & Co. tienen que rescatar a Rukia antes de que la maten mientras que Seiya y & Co. tienen que rescatar a Atenea antes de que se agote su tiempo y perezca.
- Mientras Seiya y amigos se enfrentaban a los 12 Caballeros del Zodiaco más poderosos, Ichigo y los suyos hacen lo propio con los 13 Capitanes (que vendrían a ser los shinigamis más poderosos).
- Hay un Capitán shinigami, Aizen, que, haciéndose pasar por bueno, engaña al resto para montar una guerra interna, exactamete igual sucede con Saga de Géminis, que provoca un conflicto entre los distintos Caballeros de Oro.
- En ambas sagas hay caballeros y capitanes que ayudan a los protagonistas.
A pesar de ello, la Saga de la Sociedad de Almas es recordada con gran cariño y admiración por parte de los mangáfilos en general. Entre los motivos destacan es la manera ágil de narrar la historia, así como un guión correcto, grandes personajes y combates llenos de épica. Aunque el principal elemento que convierte a dicha saga en un clásico -y, a la postre, el único motivo por el que muchos seguíamos la serie- no es otro que el presentarnos a uno de los que fue (en pretérito y luego lo extiendo) uno de los villanos más carismáticos en el universo manga:
El Capitán del Quinto Escuadrón Aizen Sosuke.
Esto para que no os aburráis de tanta letra junta
Después de la saga mencionada llegó la mediocridad al planeta Bleach y se instaló tanto en el guión como en el argumento. Salvo la lúcida mini-historia de
Turn back the pendulum (un último momento de agitación, como los asfixiados coleteos del pescado al que sacan del agua) la serie pereció con la Saga de Hueco mundo (un coñazo de proporciones bíblicas) y la posterior Batalla de Karakura (un fail tras otro donde nada tiene sentido).
Como las manos me empiecan a pesar de tanto escribir y tampoco quiero extenderme en mi dolor explicando una historia que no hay por donde cogerla, paso a enumerar y describir de forma concisa los motivos que me llevaron a decir "hasta aquí hemos llegado, señor Tite Kubo":
1. De los buenos no muere ni el tato: Que nadie me tome por sádico pero supone que estamos presenciando una guerra y en una guerra las bajas están en ambos bandos. ¡Esto no es Gi.JOE joder! En Bleach si eres un buen chico te salvas. Da igual que a uno lo partan a la mitad (¿verdad, Hiyori?) o le hagan 3 heridas mortales seguidas o incluso le arranquen las tripas. Si es "bueno" se salvará porque para eso están los melones de Inoue y los poderes de Unohana (y el tío del pelo rosa que no sé cómo se llama). La consecuencia de esto es que los "buenos" incrementan su número a pares mientras que los otros caen como moscas. Tanto que al final uno no puede evitar ponerse de parte de los villanos (aunque sea por
lástima)
.
Ulquiorra: El hijo perdido de Miguel Ángel Lotina
2. La historia se vuelve un coñazo: Desde el final de la Saga de la Sociedad de Almas apenas ha pasado nada importante. La Saga de Hueco Mundo fue lamentable (y larga). Unos personajes secundarios que no hacían más que paralizar la acción con chistes sin gracia y un guión predecible a la par que lento. Hasta el escenario aburría (arena y más arena). Lo único que me llevó a aguantar el suplicio fue la esperanza de ver a Aizen y los suyos liándola en Karakura pero...
3. La Batalla de Karakura fue una decepción tras otra y los Espada lo más lamentable: Esto está íntimamente relacionado con el punto 1. Nos hemos tirado años (¡años!) esperando que por fin los malos hiciesen estragos. Aizen y sus aliados Gin y Tousen habían juntado un ejército de moderosos villanos (los Espadas) que venían con la vitola de favoritos, como el Real Madrid cada pretemporada (hasta vestían de blanco, cojones). Pero estos flamantes fichajes galácticos hicieron el ridículo más espantoso. El único Cortauña, digo Espada, que se salvó fue Ulquiorra, que al menos le puso las cosas difíciles al prota. El resto, incluyendo a los 3 más poderosos, tuvieron menos peligro que un Teletubbie.
Luego resulta que el Espada 10 (mezcla entre Cristiano Ronaldo y Godzilla) es realmente el Espada 0 (se le borra el 1 que tenía tatuado y eso le convierte en el más duro) pero el amigo Tite estaba tan cansado que ni si quiera pone cómo le derrotan. Simplemente aparece fiambre al lado de un esqueleto de un perro. Os juro que fue así.
4. El fan service contamina todo: ¿Por qué Toushiro "Copito de nieve" tiene que tener siempre sus 60 viñetas de gloria? ¿Es que nadie se da cuenta de que sólo a los treceañeros le cae bien el tontolaba este? ¿Por qué Inoue no sabe hacer nada más que llorar y gritar "Kurosaki-kun!!" y aun así le dedican páginas y páginas? Y ya puestos, aunque no tenga que ver, ¿por qué cojones no mataron a la animadora de Heroes en la primera temporada? Demasiadas preguntas sin respuesta.
5. Tite Kuadrado vaguea hasta para dibujar: Vale que uno se quede sin ideas a la hora de contar algo pero al menos debería conservar su talento/esfuerzo a la hora de dibujarla. Lamentablemente, no es el caso y esto se puede ver en los lugares en los que sucede la acción. En Hueco Mundo nos encontramos con un escenario minimalista consistente en un desierto (y aun encima siempre es de noche). En Karakura la cosa va más lejos y la batalla tiene lugar en el cielo (a pesar de que se tratase de una falsa Karakura y que, por lo tanto, daba igual se destruía el entorno) con lo que las viñetas casi siempre tienen fondo blanco. Por cierto, nadie explicó jamás como es que los shinigami pueden volar.
6. Los "aliados" de Aizen son idiotas: De los Cortauñas poco se puede rascar. Mucho hype (o sea, ponerlos por las nuves) y luego una basura así que me centraré en sus dos amiguietes: Cucaracha Tousen y Gin Tonic. Empezamos por Tousen, un tío ciego que se une a un jodido villano como Aizen porque quiere que haya justicia en el mundo. Cojonudo. Al final se convierte en cucaracha volante y muere patéticamente a manos de su subalterno sin explicarnos qué cojones entendía por justicia.
Pero la palma se la lleva Gin. Este iba de intrigante y de "sonrisa malévola". Durante un tiempo hasta pensé que podría traicionar a Aizen para ponerse en su lugar (oye, al menos sería un giro algo inesperado). Acerté en lo primero, por supuesto. Gintonic sufre un delirio etílico y se le ocurre la brillante idea de atacar a Aizen a traición. Su Bankai "estírate bastón" pasa a la lista de cosas estúpidas de Bleach. No sé si al final lo resucitaron (por eso de que se hizo bueno) o murió pero para mi como personaje ya estaba finiquitado desde el momento en que mostró que, a pesar de parecer un cabrón con pintas, sus intenciones eran buenas (se quería vengar de Tetazas Matsumoto, la reina del fanservice).
7. Y como colofón el FAIL de Aizen: El único motivo por el que aguanté con estoicidad las cagadas anteriores y otras que se me pasan -y que espero algún lector altruista me ayude a completar- es que al menos la serie contaba con un villano carismático. Daba igual que malo tras malo todos cayesen haciendo el ridículo, siempre estaba ahí ese Aizen para recordarnos que "algo podría pasar". El Capi del Quinto Escuadron y actual lider de los Arrancars era inteligente, malvado y con su poker face uno nunca sabía qué estaba tramando. Desgraciadamente, Tite Kubo tenía otros planes para él. Lo primero que hace es convertirlo en un digimon que al tiempo que evoluciona en cosas como condones o mariposas, suelta espumarajos por la boca.
Pero lo verdaderamente grave es su cambio de personalidad completamente aleatorio. Atrás queda el Aizen inteligente y racional que jugaba con los buenos una partida de poker en la que él tenía las cartas ganadoras, en lugar de eso, empieza a comportarse como una vedette furiosa y descontrolada al que un Ichigo con melena (después de entrenarse en la Sala del Tiempo) le rompe los huesos en un combate que duró exactamente 3 capítulos (tras una espera de 42 tomos, señores). Hablando de dicho combate, Ichigo le esta crujiendo al Aizen y no se le ocure otra cosa que sacrificar sus poderes para ver si lo remata de un solo golpe (que no es plan de abusar). Es como si estas ganando un partido de fútbol 6-0 y te autoexpulsas a 4 jugadores. Conclusión: El prota se queda sin poderes, Aizen mediomuerto y llega Urahara y lo vence en plan perrilla.
¡Os invito a unas puntitas para celebrarlo!
¿Y ahora qué?
Por si a alguien le interesa, cues creo que actualemente el señor Tite Kuadrado ha tratado de volver a los orígenes. La serie vuelve al instituto, con Ichigo sin poderes, un nuevo personaje que ejerce de Rukia pero con más tetas y un tipo misterioso que es igual a Aizen pero con melenita (y cierta cara de violador). Dice además el amigo Tite que lo de estos años ha sido sólo un tercio de la histora, que nos esperan al menos dos calvarios similares. Vamos, que el tío este se piensa que somos gilipollas o que no tenemos nada mejor que hacer.
Yo, en un ataque de altruismo, le dejo unos argumentos que puede tomas prestados para sus futuros relatos, por si se queda sin inspiración:
- En la Saga 2 viene del futuro el hijo de Orihime e Ishida (nadie se lo esperaba) para avisar a Ichigo y al resto de que hay un Doctor muy maligno construyendo unos androides que los van a matar a todos y que tienen que ponerse a entrenar. Luego aparecerá un bicho verde que los irá succionando con su cola para alcanzar su forma perfecta.
- En la Saga 3 aparece un mago maligno que está buscando energía para invocar a Buu, una especie de chicle parlanchín que convierte a sus víctimas en caramelos. Ichigo, que estaba en el Cielo, volverá de entre los muertos y sacará su poder oculto de Shinigami-Hollow-Ichigo
Espero que le sirvan de algo. Volviendo al mundo real, es una pena que un manga que empezó tan bien haya evolucionado de una forma tan lamentable. Por fortuna hay alternativas (¡decidme que las hay!) en las que gastar esa porción del día a la que llamamos "tiempo de ocio". Actualmente estoy con D-Gray Man, que no es para tirar cohetes pero no me trata como si fuese un retrasado (¡y además tiene final!).
Siempre que a los estadounidenses les da por revisar su Historia con una película o serie, cosa que hacen bastante más a menudo que los países del Viejo Continente (es lo que tiene ser una nación tan joven, necesitas reivindicar más tu pequeña parcela de protagonismo global), me pongo a temblar. Bodrios como 
