Cuando mi amigo Manuel y yo discutíamos sobre la Formula 1 he de reconocer que era más de Prost, más de esa conducción sosegada y de esa supuesta caballerosidad de "El Profesor".
Sin embargo con los años he aprendido a valorar en su justa medida al señor Senna, cuando este hombre llevaba un volante era puro espectáculo, como cuando en el Gran Premio de Mónaco de 1984 y en unas condiciones climatológicas penosas al volante de un Toleman daba caza a un señor Prost que iba primero y le llevaba 20".

El señor Ayrton le pasaría pero ya estaba anulada la carrera por las inclemencias, creo que ahí nació la rivalidad entre ellos dos.
