lunes, 5 de diciembre de 2011

La degeneración de True Blood

Ayer después de un pequeño gran maratón de capítulos comenzando a disfrutar de este largo puente, de esos que nos quieren quitar los empresarios, me vi la cuarta temporada de True Blood.


Pongo en antecedentes, la serie comenzaba bien,un mundo donde los vampiros pasan a formar parte de nuestras vidas ya que se ha sintetizado sangre artificial y ya no tienen que morder a nadie, la idea es original y ,pese a que sus dos protagonistas son la cosa más sosa y estúpida que te puedas echar a la cara, el elenco de secundarios es tan logrado que hace que la serie no pierda interés a medida que avanzan los capítulos.


El esquema de la misma es como cualquier serie harem de manga pero donde la protagonista es una chica Sookie Stackhouse y cualquier tío de la serie pasa en algún momento de su vida por un enfermizo enamoramiento de la susodicha.

Incluso el gran Sam Merlotte sucumbió a sus encantos, pero eso gracias a la señora Charlaine Harris, autora de la novela, o al guionista no pasó a mas.

De todas formas y como decía la serie pintaba bien, había sexo, había intriga, había rollito sobrenatural y empezaban a verse las razas que todos conocemos por los juegos de Rol Vampiro, Werewolf y Mago, en el caso del primer juego hubo una serie de televisión que recreaba perfectamente la relación entre castas y que era más o menos buena, pero duró relativamente poco, Secta de Sangre.

Sigo con True Blood, la historia va cobrando interés sobre todo por las historias paralelas que van sucediendo y donde te presentan a Jason Stackhouse, el anterior mencionado Sam Merlotte o el propio Eric Northman.

Éste último para mi era el mejor acierto de la serie, un vampiro mala hostia y cabrón, que había sido vikingo y que tenía claro lo que quería y por lo que estaba ahí.


Peeero, la autora es una mujer, y eso se nota, se nota porque TODOS los personajes masculinos a excepción de Eric (al principio) y Sam (Siempre), son gilipollas y la voz cantante la llevan SIEMPRE personajes femeninos, desde la insufrible Sookie a la pesada Tara, a la diosa de la segunda temporada o mismo a la bruja de la cuarta temporada y eso es un coñazo, porque echo de menos a un gran personaje realmente masculino, y me dirán el Jason es un crack y se las folla a todas, y digo si, pero es gilipollas.

El único que se acerca algo a lo que yo tengo en mente es Sam, y veré la quinta temporada por él y por Jessica, pero ésta última por otros motivos ahora que me falta Sophie Anne.


Sam es el el único que mata diosas, el único que da palizas a hombres lobo y el único que a pasado de la Sookie de los cojones, ya que Eric ha resultado ser una decepción total.


Ah y sumo a la decepción al pringado del hombre lobo al cual le ponen los cuernos repetidas veces y acaba suplicando a Sookie que le de una oportunidad, joder señora Charlaine, Alcide mide 2 putos metros, es un puto animal, deje que mande a la mojigata esa que se vaya a tomar por culo. Joder.

1 comentario:

  1. Hay mucho que cortar y que criticar.

    Sam Merlotte es un personaje con un pasado tortuoso, numerosamente decepcionado y traicionado por los suyos, y un futuro baste incierto. Me cae bien. Es de lo poco que se salva.

    Eric ha degenerado muchísimo. Creo que el problema es que como secundario está muy bien pero le han dado un protagonismo innecesario. Y, como a las fans femeninas de True Blood, que son legion, el "vampiro asesino cafre" (de películas como la de John Carpenter) no gustan, le han "reseteado" con una nueva personalidad más sensible y dulce. Este no es nuestro Eric.

    Otro fallo gravísimo (y que acarreamos desde siempre) es el exceso de metraje que le dan a Tara (que ni es sobrenatural ni es interesante, ni si quiera está buena) o a Lafayette (al que directamente han convertido en un mujer vidente negra de los anhos 50), los cuales rompen muchísimo el ritmo de la serie (y me rompen a mí los cojones).

    Jason es idiota pero tiene su encanto, aunque su mejor momento (como participante del culto ese del Sol donde se tiraba a la mujer del párroco) ya ha pasado.

    La mala no me ha gustado un pimiento. Si al menos hubiesen cogido a la que hacía de bruja en la Edad Media tendría un pase, pero la vieja esa a mí no me inspiraba nada bueno. La mejor mala fue la de la Segunda Temporada. Y no sólo porque estuviese buena. Es que realmente inspiraba una invencibilidad total.

    Creo que la serie va a peor. Me ha gustado ver a Bill Compton (o como se escriba) como nuevo Rey de Lousiana pero creo que su interés/enamoramiento por Sookie es excesivo. Debería ponerse metas mas altas,

    PD La vampira pelorrija está que lo rompe y es evidente que los productores han visto que ella y la lencería pegan muy bien.

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