Estamos hablando de los años 70. Woodstock estaba muy reciente y en esos años se efectuaron avances importantes en la psicología, unos por las drogas y otros por experimentos relativos a conductas condicionadas.
Tras la elección de los candidatos como primera medida se sorteó el rol de cada uno de los intervinientes resultando la mitad de ellos carceleros y la otra mitad encarcelados. El experimento comenzaba con una simulación de arresto, realizada por los que fueron escogidos como carceleros, que iban a los domicilios de los reclutas a "recogerles" para llevarles a la supuesta cárcel. Esta forma de arresto ponía a los detenidos en un estado de shock y de sorpresa.
La cárcel era un recinto en la propia universidad, dentro del departamento de psicología convenientemente maquillado para simular una verdadera prisión y allí eran llevados los individuos que por 15 $ al día pensaban que merecía la pena.
La cosa empezó en plan cachondeo con unos "reclusos" que ninguneaban a sus captores. La idea inicial del experimento era observar los cambios en las conductas de aquellos que eran privados de su libertad, pero se encontraron con un efecto secundario inesperado, la actitud no cambiaba en los reclusos y si y de manera brutal en los captores, dando fiel reflejo al refrán: dale a un tonto una gorra y una porra y sabrás lo que es sufrir.
Todos los guardias llevaban uniformes caqui y gafas espejo de tal forma que en determinados momentos el recluso tan sólo veía al uniforme, ya no veía a la persona que estaba detrás del mismo. Dentro de ello a los reclusos también se les sometió a cambios, rapándoles el pelo, y uniformándoles, además de introducir el elemento de las cadenas que unían sus pies y que les recordaba en todo momento que estaban en una prisión.
Como dije anteriormente la cosa empezó en plan cachondeo, pero rápidamente se cambió la actitud, y se comenzó a impartir autoridad por parte de los "carceleros" estableciendo toques de queda y recuentos donde se llamaba a cada recluso por un número. A aquellos más díscolos se les aplicaban castigos físicos consistentes en ejercicios de flexiones o abdominales.
A partir de ese momento y tras algunas discusiones la cosa permanecía en calma pero... los reclusos plantearon una rebelión organizada, lo cual enfureció a "la autoridad" que respondió con violencia, humillando e intimidando a los rebeldes reclusos.
Esto provocó un sentimiento de unión entre los guardas que se aliaron para "combatir" a los rebeldes, estableciendo elementos de separación entre ellos como celdas de privilegios y de castigo. El desenlace está fielmente recogido en esta página.
Aquellos que no queráis leer y sí pasar dos horas entretenidas y con un cine de calidad os recomiendo la película alemana que da título al post y que refleja de forma más o menos fiel lo que fue aquello.
Tras la elección de los candidatos como primera medida se sorteó el rol de cada uno de los intervinientes resultando la mitad de ellos carceleros y la otra mitad encarcelados. El experimento comenzaba con una simulación de arresto, realizada por los que fueron escogidos como carceleros, que iban a los domicilios de los reclutas a "recogerles" para llevarles a la supuesta cárcel. Esta forma de arresto ponía a los detenidos en un estado de shock y de sorpresa.
La cárcel era un recinto en la propia universidad, dentro del departamento de psicología convenientemente maquillado para simular una verdadera prisión y allí eran llevados los individuos que por 15 $ al día pensaban que merecía la pena.
La cosa empezó en plan cachondeo con unos "reclusos" que ninguneaban a sus captores. La idea inicial del experimento era observar los cambios en las conductas de aquellos que eran privados de su libertad, pero se encontraron con un efecto secundario inesperado, la actitud no cambiaba en los reclusos y si y de manera brutal en los captores, dando fiel reflejo al refrán: dale a un tonto una gorra y una porra y sabrás lo que es sufrir.
Todos los guardias llevaban uniformes caqui y gafas espejo de tal forma que en determinados momentos el recluso tan sólo veía al uniforme, ya no veía a la persona que estaba detrás del mismo. Dentro de ello a los reclusos también se les sometió a cambios, rapándoles el pelo, y uniformándoles, además de introducir el elemento de las cadenas que unían sus pies y que les recordaba en todo momento que estaban en una prisión.
Como dije anteriormente la cosa empezó en plan cachondeo, pero rápidamente se cambió la actitud, y se comenzó a impartir autoridad por parte de los "carceleros" estableciendo toques de queda y recuentos donde se llamaba a cada recluso por un número. A aquellos más díscolos se les aplicaban castigos físicos consistentes en ejercicios de flexiones o abdominales.
A partir de ese momento y tras algunas discusiones la cosa permanecía en calma pero... los reclusos plantearon una rebelión organizada, lo cual enfureció a "la autoridad" que respondió con violencia, humillando e intimidando a los rebeldes reclusos.
Esto provocó un sentimiento de unión entre los guardas que se aliaron para "combatir" a los rebeldes, estableciendo elementos de separación entre ellos como celdas de privilegios y de castigo. El desenlace está fielmente recogido en esta página.
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