miércoles, 27 de junio de 2012

Eurocopa cabana (parte 3): Luchas vecinales

¡Estamos en semifinales! ¡El ciclo victorioso continua! Hoy estoy muy contento. Dentro de unas horas, cuando termine nuestro duelo iberico, puede que esté jodido o puede que esté euforico. En todo caso estaré contento, eso no me lo quita nada.

Para mí, el hito en este torneo ya lo hemos alcanzado. Hemos sobrevivido a Italia pasando como primeros de grupo. Hemos llegado a semifinales y, por si fuera poco en el camino nos hemos cargado a Francia, algo que yo creía imposible (nunca antes habíamos ganado en partido oficial).

Destruyendo la maldición gala


A mí Francia me daba miedito. Vale que estos Bleus no son los de Zidane y Co, pero nuestro pasado con los vecinos galos en materia futbolística es oscuro como el carbón (incluyendo nuestra única final perdida, que yo no viví pero conozco bien). Por si fuera poco, los gabachos siempre han tenido la retorcida habilidad de cruzarse en nuestro camino cuanto mejor estábamos (léanse mi pesimista post). No obstante, estos chavales de La Roja se ve que están dispuestos a romper con cualquier maleficio pasado.

El partido no fue gran cosa. De hecho, a nivel de fútbol y emociones ha sido uno de los peores del torneo. España se encontró con un rival que plantó el autobús (¿doble lateral? ¿no les da vergüenza?) y esperar a que la inspiración de alguno de sus atacantes (Rivery o Benzema) hiciese sonar la flauta. Los nuestros se limitaron a tocar tranquilamente tratanto de minimizar cualquier posibilidad de peligro.

El gol de España (obra de Xabi Alonso, el mejor del partido y un jugador discutido hasta entonces) llegó relativamente pronto tras una gran jugada de Iniesta con Jordi Alba. En condiciones normales aquello tendría que haber abierto el partido, pero Francia parecía más preocupada de recibir un 2-0 que de remontar una eliminatoria que se le iba minuto a minuto mientras los Iniesta, Silva, Xavi y compañía mareaban la pelota en el centro del campo. Al final, Xabi Alonso cerró la eliminatoria tras un penalty a Pedrito, que entró en la segunda parte y revolucionó todo lo que pudo el ataque español.

Xabi remata impecablemente a la red

Fue una victoria más tranquila (a veces hasta aburrida, incluyendo pitos de un público que quería ver más acción) de lo que se podía esperar. Siempre me había imaginado que nuestra primera victoria ante Francia habría de llegar en un partido épico, lleno de alternativas y jugadas al límite. Pero esta ya no es la Furia, ahora somos un equipo mucho técnico y estable. Mejor así, ya no está la patata para tantos trotes.

El duelo ibérico


Ahora toca enfrentarse a otro vecino: Portugal. Como dije en la Eurocopa 2008 cuando superamos a Italia en la tanda de penalties, todo lo que venga ahora a disfrutarlo. A priori somos mejores que nuestros vecinos pero eso no quita que el CR7 te pueda endiñar un chicharrazo y mandarte a tu casa. Esto es fútbol y la teoría no se cumple siempre.

Estoy nervioso como en cualquier partido de fase final pero no es el típico nervio tipo pre-examen de antaño, como en todas aquellas ocasiones en las que nos íbamos para casa en cuartos (o antes). Es más bien la excitación que uno tiene en el cine cuando empieza Star Wars o El Señor de los Anillos. Ese cosquilleo de emoción positiva y satisfacion que siempre hemos anhelado durante tantos años.

Hoy nuestra selección se cita con la Historia para escribir su nombre con letras de oro. No será fácil. En el torneo quedan las cuatro mejores selecciones del continente y cualquiera te puede hacer un hijo. Aun así, tenemos motivos para ser optimistas.

No estoy de acuerdo con la titularidad de Negredo y las ausencias de Llorente y Adrián, pero ahora no es momento de quejas. Toca apoyar con todas nuestras fuerzas. ¡Ánimo España! ¡A por todas!

No hay comentarios:

Publicar un comentario