lunes, 29 de noviembre de 2010

El GOLF (MKII)



Siguiendo la historia de "mis coches" me veo en la obligación de hablar de uno de los mejores que he tenido el placer de conducir: el Volkswagen Golf MKII de mi chica. Muchos conocen este modelo como "EL GOLF", de hecho, llevan varias generaciones del mismo sin que llegue a la aceptación de esta evolución del Golf de 1974. Nuestro modelo era de 1991, uno de los últimos antes de cambiar de versión a la nunca entendida MKIII, que crecía algo en peso y tamaño pero no demasiado en motorización lo que lo convertía en un coche algo lento.

Pero seguimos con el MKII. Este coche fue el primero que tuvo mi novia, se lo compraron de segunda mano con "90.000 km" y lo pongo en comillas porque en este país nunca se sabe cuántos kilómetros tiene un coche de segunda mano salvo que se lo compres a un familiar.

Desde el principio daba gusto conducirlo. Me encantaba la posición de conducción, los mandos estaban donde tenían que estar, las distancias a los pedales perfectas, el recorrido del embrague perfecto y la dinámica de conducción te hacía pensar que estabas hablando de un coche de un motor superior, siendo éste el modelo de 1.600 cc con 75 C.V. con carburador.



A lo largo de su vida con nosotros nos llevó a Madrid, a Gijón, a Valencia, a Benidorm, a Barcelona, a Tarragona,a San Sebastián, a O Porto... y un día nos dejó. Dijo basta con 150.000 km y tres golpes que acabaron fisurando una de las camisas de los cilindros. Fue en este momento cuando nuestro bólido pasó a consumir como un condenado y a echar grandes nubes de humo azul con cada arrancada y por lo cara de la reparación fue sustituido por un coche nuevo, el FOCUS.

Pero nunca olvidaré su olor, su espacio interior, su color rojito y su pintura cuidada. Pero, sobre todo, nunca olvidaré los grandes momentos que pasamos en él. Los viajes con mi abuela, con los abuelos de mi novia, el concierto de Springsteen en Gijón, las vacaciones cruzando la península sin aire acondicionado y todos esos kilómetros de carretera devorados por este gran coche.

Se te echa de menos golfito.

1 comentario:

  1. Este fue un clásico. Una máquina que se ha comido a varios coches y ha dejado hasta su sello clavado a fuego en los pobres coches que se cruzaban en su camino.

    El día que se muera mi Seat pienso que será muy duro también, aunque no he hecho viajes tan largos con él. Pero es como un amigo. Cuando se va lo echas de menos.

    ResponderEliminar